Cuando se compra un vehículo de segunda mano es necesario que se le facilite al posible comprador toda la información sobre las fallas y defectos que se han presentado, los vendedores particulares en ocasiones omiten estos detalles con el fin de concretar la venta más rápido, pero los concesionarios de coches de ocasión siempre ofrecen informes completos sobre el rendimiento y performance del automóvil.
Una queja constante de los clientes potenciales es que muchas veces luego de realizada la compra a particulares, el coche comienza a presentar fallas que anteriormente no se habían notificado y esto puede perjudicar al comprador, forzándolo a realizar gastos de mantenimiento con el fin de reparar todas las fallas e inconvenientes que el puedan existir.
El concesionario según la ley tiene ciertas obligaciones que el particular no tiene, debido a que se rige por códigos civiles, como consecuencia, tiene mayor obligación con la persona. Entre dichas leyes destaca que al cliente potencial se le debe informar de todas las fallas, leves o graves, además y se le deben ofrecer garantías de como mínimo un año.
Se recomiendo tener cuidado cuando se compran vehículos a particulares, puesto que, no se sabe el verdadero estado del mismo, suele suceder que luego de la transacción el vendedor no se hace responsable por fallas. Si esto sucede en un periodo máximo de 6 meses, el nuevo dueño puede denunciar, lo que puede significar más perdidas de dinero y tiempo.
Otros aspectos a tener en cuenta son que de acudir a un vendedor particular, será necesario llevar el vehículo a un taller para una revisión completa, lo que supone más gastos y tiempos, mientras que un concesionario tiene mecánicos, que ponen a disposición del cliente para que le ofrezca informes detallados sobre cada vehículo en el que exista cierto interés.
